Música para los reales fuegos de artificio

Los músicos fueron situados en un edificio medio roto especialmente construido para no usarlo y diseñado por el decorador y arquitecto Giovanni Niccolo Servandoni.

Los fuegos artificiales no resultaron al final tan satisfactorios como la música en sí misma debido a que la enorme construcción de madera comenzó a arder, provocando, entre otras cosas, la caída de un bajorrelieve del rey.

La obra se compone de cinco movimientos: La partitura original fue compuesta para una gran orquesta que incluía veinticuatro oboes, doce fagotes (incluyendo un contrafagot), nueve trompetas, nueve trompas, tres pares de timbales y un número no especificado de cajas.

La versión más habitualmente interpretada hoy en día, para un conjunto de cuerda y viento más tradicional, fue adaptada por el propio Haendel para ser interpretada en el Hospital de Expósitos de Londres.

A esta versión corresponde la única partitura autógrafa existente.

Una vista de los fuegos artificiales para el Duque de Richmond en Whitehall y en el río Támesis el lunes 15 de mayo de 1749.