Cuenta además con escasos registros para Chile, en la Región de Magallanes, tanto en su sector continental como en el fueguino.
Durante años no se conocía en donde los tobianos invernaban, presentando los especialistas numerosas posibles hipótesis.
El que esta especie cuente con una adaptación para liberarse del agua salada señalaba una potente pista de su destino.
[cita requerida] En el invierno la especie se traslada a los estuarios de la costa atlántica, en los ríos Gallegos, Coyle y Chico, afluente del río Santa Cruz.
Para identificarlo es preciso tener en cuenta que el Macá tobiano mide 28 cm, es pequeño y compacto.
Se ve blanco brillante con la frente del mismo color, rodeada por un babero negro que cubre el frente del cuello y asciende por los costados de la cara hasta unirse en la cabeza formando un capuchón.
A esta ave se la observa generalmente flotando, arrastrado por la corriente o sumergiéndose en busca de alimento.
Como todos los macáes, el tobiano tiene un cortejo sorprendente, uno de los más espectaculares que se conocen entre las aves.