Fischer apareció por primera vez delante de una cámara en 1953, cuando tenía 18 años.
Su primer papel importante fue Rosetta Savoni en la película Le Amiche de Michelangelo Antonioni.
Interpretó muchos otros papeles en el cine italiano, pero nunca estuvo muy interesada en actuar.
Se involucró en varios campos artísticos, como la restauración de objetos antiguos.
En la década de 2000, escribió varios manuscritos que permanecieron inéditos.