Las activistas del movimiento también fueron conocidas como "madres coraje".
[5] También se han dedicado durante años a exponer las relaciones existentes entre las personas con poder político y el narcotráfico como el caso de la relación entre Núñez Feijóo y el narcotraficante Marcial Dorado.
[6][7] En las manifestaciones a menudo se cantaba el lema «Drogas, no», o las madres llevaban impresas las fotos de sus hijos muertos y se las colgaban en el pecho.
Entre las acciones que se llevaban a cabo se hicieron caceroladas, manifestaciones, acampadas en la vía pública, encierros, etc.[8][4] Entre las asociaciones que forman parte del movimiento se pueden encontrar la gallega Érguete, las madrileñas Madres Unidas Contra la Droga (Entrevías 1985) o la Asociación de Padres, Familiares y Amigos del Drogodependiente la Esperanza (1987).
La gallega Érguete, liderada durante tiempo por Carmen Avendaño, se creó en Vigo debido al alcance del uso de drogas duras como la heroína o la cocaína, gracias a que por los puertos de la región pasaba hasta el 80 % de la cocaína que llegaba a Europa.