A diferencia de muchos compositores del Trecento, no era florentino, ya que no aparece en la crónica de Filippo Villani, que incluye a todos los músicos activos en la ciudad durante el siglo XIV.
Piero era posiblemente de Asís, y se sabe que estuvo en Milán y Verona, al servicio de las familias Visconti y della Scala, respectivamente; además, es posible que estuviera en Padua con Antonio I della Scala antes de ir a Verona, junto con el compositor Giovanni da Cascia (Giovanni da Firenze).
Se han conservado un total de ocho composiciones de Piero, más dos cánones (o cacce) que se le han atribuido por sus similitudes estilísticas.
Las ocho composiciones atribuidas se conservan en la Biblioteca Nacional Central de Florencia.
Los madrigales de Piero son las primeras obras canónicas que se conservan en esa forma.