Los intentos de identificación realizados por algunos historiadores lo relacionan con el artista Martín Torner,[2] mientras que otros piensan que se trata del artista de Cagliari Joacchino Cavaro.[3].
Es autor de varias obras en Cerdeña, Córcega y Cataluña.
Tuvo su primera formación en Barcelona, quizás en el taller de Jaume Huguet.
Su obra desarrollada entre finales del siglo XV y principios del XVI supuso un nuevo capítulo para las artes en Cerdeña, representando un salto cualitativo en la arquitectura de los retablos, que se adaptó a las nuevas necesidades incorporando imágenes de estatuas y suprimiendo el oro de los fondos.
Su arte expresa la necesidad de una representación plástica del cuerpo, colocado en un espacio renacentista, pero, que conserva las influencias gótico-flamencas.