Magda Folch Solé

En 1930 había recibido del ayuntamiento de Reus una beca que le permitió ampliar estudios en París.

Se casó con el catedrático Emili Donato Prunera, también reusense y destinado como ella en el instituto de Figueras.

Allí conoció a Salvador Dalí y los trabajos de aquella época (1935) tienen un toque surrealista.

Esto se reflejó en las pinturas de Magda Folch, que en aquella época son oscuras y donde se ubican figuras de aspecto triste y decepcionado.

Más tarde, ya rehabilitado su marido, se trasladaron a Ibiza, donde Emili Donato obtuvo una plaza de docente.