[1] Casi nada se sabe sobre la vida y el episcopado de Magno.
[2] Magno vivió bajo el rey arriano Teodorico el Grande, que probablemente al principio lo apoyó, pero luego lo persiguió como ya había sucedido con el filósofo Boecio.
Sus restos fueron enterrados en la Basílica de San Eustorgio en Milán.
[1] Una tradición tardía, sin base histórica, asocia a Magno con la familia milanesa de los Trincheri.
La primera prueba formal sobre sus reliquias fue hecha en 1248 por los dominicos que administraron la Basílica de San Eustorgio en Milán.