Santa Majencia de Beauvais (siglo v) fue una ermitaña y cefalófora martirizada por su fe.
Existen varios registros acerca de la vida de Santa Majencia, cada uno con pequeñas variantes, aunque todos coinciden en que nació en Irlanda ó en Escocia en el siglo v, si bien a edad temprana huyó a Francia para evitar tener que casarse con un líder pagano.
Uno de los continuadores de Fredegario menciona en el siglo vii su veneración al paso del Oise, ciudad que, por sus preciosas reliquias que allí se honran, se llama Pont-Sainte-Maxence.
El señor terrenal desdeñando que su llama ardiente fuera aplastada con una mirada tan fría, su amor se convirtió en tal furia, que mató con sus propias manos tanto a ella como a sus compañeros, y así se fue.
Está escrito que cuando él se fue, la virgen tomó su cabeza en sus propios brazos fuera del lugar donde fue cercenada, y la llevó al lugar donde ahora está: donde después se erigió una iglesia, y Dios glorificó a su amada esposa con milagros.