Para simplificar su producción y reducir costos, la pistola Makarov empleaba el sistema de recarga accionada por retroceso, junto al cartucho 9 x 18 que es el más potente que puede disparar; aunque el calibre nominal es 9 mm, la bala tiene un diámetro de 9,2 mm - más corta y ancha, siendo incompatible con las pistolas calibradas para cartuchos 9 x 19 Parabellum.
[3] Pero hasta el 2008, todavía se hallaban grandes cantidades de pistolas Makarov PM en servicio con las Fuerzas Armadas y la Policía rusas.
La Pistolet Makarova (PM) es una pistola de tamaño medio accionada por retroceso y con cañón fijo.
El cartucho 9 x 18 mm es el más grande y útil que puede emplearse en pistolas accionadas por retroceso.
Makarov creyó que el diseñar un percutor con poco peso, no constituía un gran riesgo.
Si el percutor no cascabelea al agitar la pistola en la dirección del recorrido de este, necesita ser limpiado.
De manera similar, el muelle recuperador impulsa el martillo y el gatillo, mientras que su extremo inferior es el fijador del cargador.
Fue diseñado de tal forma, para evitar que se enganche en la ropa y suelte accidentalmente el cargador.
En aquel entonces, un redactor especializado en armas probó y sugirió el recalibrado de las Makarov para poder emplear cartuchos 9 mm Corto.
Los cartuchos 9 x 18 mm Makarov no-corrosivos y de fabricación reciente, son producidos actualmente por varios fabricantes modernos de cartuchos tales como Wolf, Winchester (bajo su marca «Metric Calibers») y Sellier & Bellot.
El cartucho correcto para la mayoría de pistolas sin modificar es el 9 x 18 Makarov, aunque están disponibles cañones de recambio y modelos civiles calibrados para cartuchos 9 x 17 Corto y .32 NAA.
Durante los 90, la fábrica de armas rusa Baikal publicitó varias pistolas Makarov en los Estados Unidos como el modelo IJ-70.
Esta dispara perdigones calibre 4,5 mm (.177) impulsados por CO2 con realismo extremo, incluyendo un gatillo de doble acción.
Países como Polonia y Hungría desarrollaron sus propias pistolas que empleaban el cartucho 9 x 18 mm Makarov.
Existe un soporte para montar una mira telescópica o linterna en la Makarov, pero necesita un cañón de repuesto espiralado.
Como en el caso de la carabina semiautomática SKS, el mercado prefiere las pistolas Makarov producidas en Alemania Oriental.
Las Makarov búlgaras no tienen el mismo acabado, pero son generalmente consideradas armas resistentes y confiables.