Constituyó el período más extenso en el que la ciudad estuvo bajo dominio extranjero.
Los neerlandeses gobernaron durante casi 183 años entremezclados con una ocupación británica intermitente en medio de las Guerras napoleónicas (1795-1815).
Los neerlandeses también recibieron ayuda del sultanato de Johor, que envió entre 500 y 600 hombres adicionales.
[1] La campaña destruyó en términos efectivos el último bastión del poder portugués en la región, eliminando así su influencia en el archipiélago malayo.
A mediados del siglo XVII se construyó el ayuntamiento o Stadthuys, que sirvió como centro administrativo de la colonia neerlandesa, y cuyo edificio sigue en pie hoy.