Mambo (baile)

[4]​ El Diccionario Oxford En-Línea dice que “Mambo” es la palabra en lengua criolla haitiana para denominar a una “sacerdotisa de Vudú”.

Algunos artistas mexicanos llegaron a ser conocidos bailarines como Tongolele, Adalberto Martínez, Rosa Carmina, Tin Tan y Lilia Prado.

Los bailarines cubanos describirían mambo como «sentir la música» en la que el sonido y el movimiento se fusionaron a través del cuerpo.

Las escuelas Eddie Torres y RazzMa'Tazz tienen diferentes pasos básicos, aunque comparten esta misma característica elemental.

El nuevo estilo poseía una mayor influencia de las orquestas de jazz estadounidenses, y una instrumentación ampliada compuesta por cuatro o cinco trompetas, cuatro o cinco saxofones, contrabajo, batería, maracas, cencerro, bongó y tumbadoras.

El repertorio de Pérez Prado incluyó numerosas piezas internacionales, tales como: Cerezo Rosa, María Bonita, Té para dos (Tea for two), La Bikina, Cuando calienta el sol, Malagueña y En un pueblito español, entre muchas otras.

Compuso y grabó algunos mambos en México, con orquestas mexicanas, especialmente con la que dirigía Rafael de Paz.

La ciudad de Nueva York había hecho del Mambo un fenómeno cultural popular y transnacional.

Existen muchos pasos de baile característicos del mambo: base, lateral, el barret, la guajira, el sí que no, entre otros.

Bailarines de mambo en el ITESM Campus Ciudad de México .