Manfredo I de Saluzzo

La primera vez que Manfredo aparece en los registros oficiales se remonta a 1123, cuando actúa en nombre de su padre en Saluzzo.

Seguramente a la muerte de Bonifacio el gobierno de Saluzzo quedó repartido entre Manfredo y su hermano Guglielmo.

Los pocos datos documentales sobre Guglielmo no aclaran ningún aspecto sobre está posible situación de gobierno compartido, siendo lo único claro que Guglielmo gobernó independiente en Busca y Lancia.

Esta ciudad no era la capital del estado, pero sí tenía la apariencia y el espíritu de capital, y era el centro neurálgico de coordinación de los dominios de la familia, territorio que abarcaba la región entre los Alpes y los ríos Pó y Estura.

Manfredo I transmitió sus títulos y posesiones a su hijo Manfredo II (habido con su esposa Leonor), manteniéndose la dinastía del Vasto hasta el siglo XVI.