El uso del agua para ayudar a dispersar las plantas jóvenes es una característica propia de los manglares.
[1] A causa de los suelos saturados en agua en los que se asientan los manglares, ellos han desarrollado adaptaciones especiales para sobrevivir.
[1] Para intentar compensar el obstáculo de la salinidad en la que habitan estos árboles, también han desarrollado algunas adaptaciones.
Algunas especies poseen glándulas salinas que excretan sal hacia la superficie de las hojas desde será lavada por la lluvia.
[2] Los manglares se desarrollan a partir de semillas denominadas propágulo, las cuales germinan mientras aún permanecen ligadas al árbol.
Los bosques de manglares maduros incluyen a las especies Xylocarpus, Lunmitzera, y Heritiera.
Todas estas especies se encuentran asociadas en un grado importante con los manglaes en la zona sur de Nueva Guinea.