Trasladado a diversas cárceles italianas, en 1942 consiguió fugarse, desplazándose entre varias ciudades italianas con el fin de combatir la dictadura fascista, entre otros logros colabora en la fundación del PSIUP.
« El distanciamiento de la vida política permitía verla con mayor desapego y conducía a revisar las posiciones tradicionales », escribió Eugenio Colorni en el prefacio del manifiesto.
Por ello, el manifiesto preconiza más audacia; la población inmadura y embriagada por su nueva libertad no puede estar dirigida más que por « jefes que la guien y sepan hacia donde van » a través de una « verdadera revolución política y social ».
En este sentido, el manifiesto es innovador dado que dicha fuerza nunca fue considerada necesaria en el pasado, todo lo contrario, el principio de no intervención era común a todos los Estados, principio rechazado por el manifiesto.
Por fin se pone en evidencia que la revolución europea debe ser social, permitiendo así la emancipación de la clase obrera y el acceso a mejores condiciones de vida.
La noción de revolución socialista es definida por los autores en base al principio fundamental del socialismo ; a saber, una dominación que no debe ejercerse por parte de las fuerzas económicas sobre los hombres si no, al contrario, de los hombres sobre las fuerzas económicas.
El texto fue adoptado más tarde como programa en el seno del Movimiento Federalista Europeo (MFE) , organización fundada entre el 27 y el 28 de agosto de 1943 en Milán por Spinelli, convirtiéndose en un texto federador a dos niveles: federando políticamente sus partisanos en torno a un proyecto federador a escala europea.
El MFE no reivindica ningún partido político y tiene como objetivo la promoción del federalismo mundial.
Si el manifiesto ha valido de fundamento en el origen del proyecto federador, hoy en día su interés es doble puesto que no está obsoleto, todo lo contrario, sigue anclado en los intereses actuales.