Manifiesto para el PSUC

Por el otro, el "Manifiesto para el PSUC" no consiguió reactivar de forma regular el funcionamiento del PSUC, más bien el contrario.

Ribó forzó una série de medidas que intentaban paralizar aún más la actividad del PSUC.

Destacó de entre ellas las más escandalosas: formación de un Comité Central monolítico impidiendo la presentación de la lista alternativa del "Manifiesto para el PSUC", impedir la afiliación desde las agrupaciones (tan solo el mismísimo Comité Central puede autorizar ingresar en el PSUC), la substitución del Secretario General por un directorio de cinco personas para diluir responsabilidades, etc. Frente a esto, los comunistas no se resignaron a que se mantuviese el marco jurídico del PSUC, precisamente para frenar su propia actividad.

"El Manifiesto" desde el día después del Congreso comienza a reunir las agrupaciones para conducir la fuerza desarrollada en el marco del debate congresual (de un partido que llevaba 9 años paralizado) para reactivar el PSUC, aún con todas las restricciones formales.

El 14 de junio se produjo una Asamblea, en la que "Manifiesto para el PSUC" se constituyó como el "PSUC Viu".