Representantes de la Nueva figuración madrileña son entre otros: Alfonso Albacete (Antequera, 1950), Juan Antonio Aguirre (Madrid, 1945), Carlos Alcolea (La Coruña, 1949), Rafael Pérez Mínguez, Chema Cobo (Tarifa, 1952), Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, 1945) o Luis Gordillo (Sevilla, 1934).
Los diez años siguientes lleva a cabo una experimentación con los lenguajes de vanguardia del momento.
Quejido se preocupa por la poesía concreta y la necesidad de reflexionar sobre la función social del arte.
El quehacer artístico de Quejido posteriormente se sitúa entre el Pop Art y la pintura neoexpresionista.
En la obra de Quejido hay una reacción frente al oscurantismo y la gravedad existencialista propia del anterior informalismo.