Inicia jugando los fines de semana en el Central Washington donde impresiona por los lanzamientos que realiza, posteriormente un promotor conocido como Miguelito “El Jabao”, lo lleva a Santiago de Cuba, iniciándose de esa manera en el béisbol semiprofesional.
Disputó la primera temporada de la liga con Magallanes en la temporada 1945-46, siendo este su único equipo en la liga venezolana.
Sin embargo, es uno de los principales protagonistas de la liga semiprofesional, primera división, que antecedió a esta, juega durante ocho años en tierras venezolanas entre 1932 y 1944.
En ese plazo, lideró el circuito en ponches, juegos completos y victorias cuatro veces, y el promedio de carreras limpias en dos ocasiones, además logra un título de bateo, tres lideratos en carreras impulsadas y dos en hits conectados.
En 2007 fue exaltado al Salón de la fama y museo del béisbol venezolano.