Manuel Jiménez Alfaro

pasando a ser designado como profesor principal de Automovilismo en la Escuela Politécnica del Ejército.

Con esto, nacía la primera fábrica privada de automóviles en serie que hubo en España.

La respuesta positiva la encontró en Valladolid que, como el resto de la meseta castellana, tenía poco bagaje industrial en aquel momento.

Durante la tramitación de permisos hubo constantes trabas hasta que se lograron todas las licencias.

[2]​ En 1951, Manuel Jiménez-Alfaro consigue para España la fabricación en Valladolid del vehículo Renault 4/4 o Renault 4CV, cuyo contrato fue cedido por la marca francesa a su nombre y a título personal, pues no obtuvo apoyo oficial.

Este tren lleva su nombre y está expuesto hoy día en el Museo del Ferrocarril de Gijón.