Manuel Pardo (asesino serial)

Pardo se involucró en el tráfico de drogas y, en enero de 1986, mató a sus dos primeras víctimas conocidas, Mario Amador y Roberto Alonso, con una pistola Ruger calibre 22 durante un robo.

[1]​[2]​ En febrero de 1986, Pardo mató a Luis Robledo y Ulpiano Ledo durante un robo en su casa.

[2]​ Dos meses después, Pardo se cobró cuatro víctimas en dos incidentes separados: Fara Quintero y Sara Musa fueron asesinadas por una discusión sobre un anillo empeñado por valor de 50 dólares[2]​ y por negarse a comprarle a Pardo una videograbadora con tarjetas de crédito robadas.

Más tarde, Pardo afirmó que creía que Quintero lo había marcado para morir marcándole el número 8 en un mensáfono, un signo numérico de muerte en la religión de la santería desarrollada en Cuba.

Luego golpeó a Ricard con la pistola, provocando que la bala atascada se disparara en el pie de Pardo.

[2]​ Durante su juicio, en contra del consejo de sus abogados, Pardo testificó en su propia defensa.

Cumplí mi misión y humildemente te pido que me des la gloria de acabar con mi vida y no me envíes a pasar el resto de mis días en una prisión estatal".

Sin embargo, ganó un nuevo juicio en 2002 porque, entre otras razones, afirmó que García no tenía participación en los asesinatos.