Siguiendo su vocación religiosa, se unió a la orden Jesuita.
Ingresó a la Compañía el 1 de febrero de 1940 (cuando el noviciado tenía dos años de fundado) y fue novicio del P. Pablo Menor.
Por más de quince años fue Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
Durante los 22 años que permanece como Arzobispo de Trujillo, reapertura el Seminario Mayor "San Carlos y San Marcelo" para la formación de futuros sacerdotes; trabaja muy estrechamente con laicos comprometidos y a la formación de jóvenes universitarios.
El 4 de febrero de 1985, recibe en su Casa Arzobispal al hoy San Juan Pablo II, con motivo de su visita al Perú.