Persona destacada del republicanismo cordobés, sería fusilado tras el comienzo de la guerra civil española.
Al mismo tiempo, dirigió la revista el Ideal Médico, que, con diversas cabeceras, se editó hasta 1931.
Escribió igualmente novelas como Los libertadores del campo, Los incultos y El loco de la mezquita,[1] además de relatos breves y ensayos.
En el ámbito político y sindical, desde su primer trabajo en Cerro Muriano, se sintió vinculado con los más desfavorecidos.
Trabó conocimiento con Blas Infante, Álvaro Albornoz y Marcelino Domingo, entre otros.