Se encuentra su nombre registrado en una posada en San Juan, Argentina, lo que sugiere la posibilidad de que haya viajado por motivos comerciales a través del interior argentino y tal vez incluso a Perú.
Aunque Melgarejo le prometió un ascenso, este plan se vio truncado por la Rebelión Constitucionalista de 1866.
Encabezada por Casto Arguedas, Nicanor Flores e Ildefonso Sanjinés, esta rebelión casi derroca a Melgarejo.
En Tarata, Terrazas venció a una pequeña fuerza comandada por el coronel Ernesto Benavides.
[6]A pesar de su lealtad continua hacia Melgarejo, el caudillo consideró a Terrazas como un traidor y ordenó su ejecución.
Con las ganancias obtenidas, Terrazas regresó a Tarata, donde estableció otro negocio y casó con María Manuela Tapia Veisaga.
Le asignaron el mando del general Narciso Campero, líder de la división Camarones.
[9]Aunque el ejército boliviano no participaría en más combates después de 1881, Terrazas mantuvo su actividad en Perú, llevando a cabo campañas en la Sierra.
[1] En un mes, las tropas chilenas habían aplastado la mayor parte de la actividad guerrillera en Mantaro y Terrazas disolvió su batallón, dirigiéndose a Huamachuco.