En ese año el Superior de la orden, el padre Juan Romero, acepta (en nombre de la compañía) la donación del predio del que forma parte la actual Manzana Jesuítica.
[2] La manzana se encuentra ubicada en pleno microcentro y casco histórico de la ciudad.
Las calles que la rodean son Duarte Quirós, Avenida Vélez Sarsfield, Caseros y Obispo Trejo.
Dicha calle lleva ese nombre en honor al fray Fernando Trejo y Sanabria.
El despoblamiento y la disgregación eran frecuentes en aquella época, por lo tanto era necesario afianzar la ocupación, función que cumplió la iglesia.
Para ello donó bajo promesa escriturada sus futuros salarios hasta completar cuarenta mil pesos.
Casi noventa años después, en 1782, se trasladó a la sede que ocupaba el Colegio Máximo (en la Manzana Jesuítica), donde funciona hasta hoy.
En el solar contiguo se encontraba el rectorado de la universidad, hoy sito en Ciudad Universitaria.
[4] La primera imprenta de Sudamérica, que habían introducido los jesuitas en 1765, se encontraba desmantelada y en desuso en los sótanos del colegio Monserrat así fue que en 1780 el virrey Juan José Vértiz dispuso su traslado a Buenos Aires para ponerla en funcionamiento como Imprenta de los Niños Expósitos y solventar con lo producido parte de la casa cuna (u Hospital de Niños Expósitos) que había fundado en aquella ciudad.
[5] El trabajo implicó estudios con georradares para la demarcación de las zonas a excavar, relevamientos y puesta en valor.