[2] El término se refiere a hombres cisgénero «activos» que mantienen relaciones sexo-afectivas con gays, travestis y mujeres trans.
[3] Su contrapartida es chivo, un hombre homosexual que es abiertamente afeminado y en su mayoría son las principales parejas o amantes de los maperos.
En años más recientes el pasivo/activo fue cambiado por «moderno» u «hombre moderno» en donde se provoca una síntesis entre la figura de masculinidad viril asociado más a los hombres heterosexuales y un homoerotismo que se aleja de la imagen del gay afeminado: El mapero no se reconoce como gay, ya que asocia esa palabra al rol de pasivo, tiende a relacionarse con una interpretación propia de lo que es «moderno», y aunque sus principales parejas sexo-afectivas son gays, travestis y mujeres trans, el maperismo cataloga como femenino a todas esas identidades de género.
[4] Los hombres que se consideran maperos deben mantener una doble identidad en su vida muchas veces, tanto con una mujer biológica heterosexual en matrimonio o relación oficial y sus amantes homosexuales, los maperos también ocupan un alto grado de jerarquía entre las personas no heterosexuales, principalmente por sus cuerpos esbeltos.
[2][4] El periodista y activista LGBT Beto Ortiz se reconoce así mismo como mapero.