Sus padres se habían establecido en Sevilla tras la Revolución de 1848 que derrocó a su abuelo paterno Luis Felipe, rey de los franceses.
Fue aficionada al piano y al dibujo, demostrando talento en este último arte.
De este último se decía que estaba enamorada.
En 1868, con motivo de la Revolución Gloriosa, partió al exilio junto con el resto de su familia.
Murió en Sevilla a los 19 años de edad.