En ese lugar conoció y compartió espacio de trabajo con Bernardo Houssay.
Ese espacio se transformó en la Casa Museo Bernardo Houssay, coordinado por la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Christiane Dosne de Pasqualini recuerda: “Angélica era una mujer preparada, era química.
Ella me explicó que ayudaba mucho a su marido en la casa, en su escritorio, donde completaba las fichas de los trabajos científicos y luego las clasificaba.
(…) Ambos me trataron siempre como si yo fuera una hija más junto a sus tres varones”.