María Blasco (Zaragoza, 1888-Buenos Aires, 1966) fue una cantadora de jota aragonesa considerada como la mejor de este género musical en la primera década del siglo XX.
A los diecinueve años consiguió el Primer Premio del Certamen Oficial de Jota Aragonesa de 1907 y al año siguiente se haría con el Premio Extraordinario de dicho certamen reservado solo a cantadores que tuvieran ya en su haber el Primer Premio.
Entre sus admiradores se cuenta el violinista español Pablo Sarasate.
Cosechó importantes éxitos en Francia (París) y en Bélgica (Bruselas).
En 1910 marcha a Argentina, donde ya se encontraba Juanito Pardo, para obtener nuevos triunfos artísticos.