Editó y dirigió ediciones divulgativas de numerosos textos clásicos, y publicó obras pedagógicas como Didáctica de la lectura creadora (1966, revisada en 2002).
[6] De sus obras para niños se recuerda especialmente País de Silvia, Chingola y Hornerín, Yo y Hornerín, El libro de Juancito Maricaminero, El arbolito Serafín, Canciones de Guirigay, Casita busca dueño, Azulejo, El potrillo azul, Gris Buenos Aires o la recopilación Poemas para niños.
Su obra publicada, completa, cuenta alrededor de cincuenta títulos.
[1][4] Colaboró frecuentemente en el diario La Prensa y fue creadora del Banco de Tiempo para no videntes.
Su biblioteca privada compuesta por alrededor de cuatro mil volúmenes.fue donada a la Biblioteca Nacional de Maestros por voluntad testamentaria.