[2] Era la cuarta hija del editor Juan Carlos Anido y de su esposa Betilda González Rigaud.
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Algunos excelentes intérpretes de guitarra del siglo XX, se volvieron a la composición, como una salida adicional para expresar su arte.
Ellos incluyen a Miguel Llobet, Andrés Segovia, Agustín Barrios, Emilio Pujol, Abel Carlevaro, Nikita Koshkin, Stefan Rak, Carlo Domeniconi, Andrew York, y Dušan Bogdanović.
Son miniaturas que reflejan, con su característica honestidad, varios aspectos de su personalidad.
Miguel Llobet, el guitarrista catalán, le escribió poco después: Llobet también afirmó: En Canción del Yucatán, Anido alterna el ritmo característico de habanera con triples y rubatos que marcan el carácter dulce y femenina de la pieza.
Siguiendo su ejemplo, Mimita recrea - a través de glisandos y exquisito legato - el ambiente íntimo de la canción mexicana Adiós … Adiós… Preludio campero ilustra la actitud del gaucho como al improvisar acordes en su guitarra hasta que aparezca una pequeña melodía ... sin prisas, con la tranquilidad y la libertad que la inmensidad de la pampa imparte.
[3] En 1952, viajó por toda Europa por primera vez; y la editorial Bèrben le publicó su Aire de Vidalita, en Italia.
El musicólogo Carlos Vega dijo: sus “vidalitas” son pequeñas canciones de varios personajes y tempos.
En Preludio Pampeano, una melodía que se lleva en tercios, dando paso a un Tempo de Vidalita.
Esta serie concluye con El Misachico (también llamado por Anido Procesión Coya), dedicado a su madre.
En 1976, se estableció en Barcelona, donde residió hasta el 1987, año en que fue contratada por el gobierno cubano para ejercer la docencia en La Habana.