Los primeros años de matrimonio vivieron en Pula, donde su marido trabajaba para la Marina.
A María Teresa le gustaba mucho el bordado de la casa que se producía en esta región y fue la razón por la que fundó una escuela de bordado en Viena.
También era talentosa para la pintura, disfrutaba haciendo este trabajo y reuniéndose con pintores de forma regular.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, María Teresa construyó un hospital en su castillo y también se ocupó de los heridos.
En 1919, el gobierno polaco confiscó los bienes inmuebles de la familia.