María de Jesús y del Espino

Tuvo otro hermano más pequeño José Muñoz Sánchez (1593) que posteriormente fue sacerdote.

[1]​ La pequeña María cultivó desde muy pronto una intensa vida de piedad, recibiendo varias gracias místicas.

Le gustaba referirse al niño Jesús como su "corderito" mostrándose así su confianza en el Señor por medio de la "Infancia espiritual".

La Venerable por medio del gran pintor granadino Alonso Cano llevó a cabo este mandato del propio Cristo, pintándose de esta forma el así llamado "Cristo Granadino" que aún se conserva en el convento.

Previo un serio proceso informativo sobre su vida, virtudes e intercesión por medio de favores, el Ilmo.

"Ecce Homo" de Alonso Cano mandado pintar por la Venerable