María de Zozaya

[1]​ Era una mujer soltera que fue detenida en 1609 por orden del inquisidor Juan del Valle Alvarado[2]​y acusada de participar en aquelarres en Rentería.

Al ser detenida, fue trasladada a Logroño, donde compareció ante el Santo Oficio, negando los cargos que le imputaban.

No obstante, sus restos mortales fueron entregados al "brazo secular", pues el Santo Oficio la reputó "dogmatizadora de brujos".

En el Cuaderno de actos comprobados de bruxos (1613), de Juan del Valle Alvarado y Alonso Becerra, se dice: Sin embargo, en 1612, el también inquisidor Alonso de Salazar y Frías admitiría la inocencia de todos los condenados en Logroño, declarando que “considerando todo lo anterior con toda la atención cristiana que estuvo en mi poder, no hallé las menores indicaciones por las que inferir que se hubiera cometido un solo acto verdadero de brujería”.

El escritor Xabier Susperregi (Renteria, 1971) escribió en 2024 sobre María de Zozaya el libro titulado María de Zozaya, cuyo acto de presentación se realizó en Errenteria el 13 de marzo de 2024.