Marcelianos

No hay en la antigüedad un personaje respecto del cual estén más divididos los pareceres que tocante a este obispo.

Los arrianos no escatimaron medios para desfigurar las opiniones de Marcelo y desacreditarle.

San Atanasio mismo, de quien había sido Marcelo muy devoto y que había vivido mucho tiempo en comunión con él, parece que se apartó más adelante dejándose persuadir por los acusadores del obispo ancirano.

El error del discípulo no podía por menos que achacarse al maestro.

Tillemont no se atrevió a fallar después de haber pesado los testimonios alegados en pro y en contra.