Se trata de una jornada festiva y ya se ha convertido en una tradición que cuenta habitualmente con un millar de personas aproximadamente que realizan esta Ruta.
Acto seguido da comienzo la ruta de senderismo en grupos de unas 50 personas acompañadas por un guía desde La Cruz del Rollo (en la imagen de la izquierda), excepto en la 2ª edición que se partió desde las Piscinas Municipales de Vilvestre.
El camino finaliza junto al río, concretamente en La Barca (en la imagen de la derecha), donde se ofrece a los senderistas una comida a base de productos de cerdo a la brasa, vino, naranjas, café, rosquillas y aguardiente que les ayudará a reponer fuerzas.
Tan solo en las dos primeras ocasiones el recorrido no finalizó en La Barca, sino que terminó en el "Monte Gudín" ya que el recinto de La Barca por aquel entonces no había sido construido.
Tras el regreso al pueblo en microbuses, los participantes disfrutan de una actuación de folklore tradicional para finalizar la jornada.