En 2002, hubo además un intento de organizar una marcha del orgullo, pero finalmente se desistió ante el temor por las repercusiones que pudieran tener los asistentes.
Esta edición, al igual que la del año anterior, fue celebrada en diciembre en lugar de junio.
Sin embargo, los organizadores decidieron mantener la marcha ese día y la misma se desarrolló sin complicaciones.
Desde 2010, el evento volvió a consistir de una marcha y adoptó sus características actuales.
[11] En la edición del año siguiente, el presidente Alvarado asistió de forma personal a la marcha junto a una delegación del gobierno, que además estaba compuesta por la primera dama, Claudia Dobles Camargo, la vicepresidenta, Epsy Campbell, y varios ministros de estado.