Marcha del color de la tierra

Siendo candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a las elecciones federales de 2000, Vicente Fox Quesada envió una propuesta de diálogo al Subcomandante Insurgente Marcos, misma que no fue contestada.

El EZLN exhortó al entonces presidente Ernesto Zedillo a no ocupar los ataques «con fines electorales».

[8]​ El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General (CCRI-CG) del EZLN saludó la decisión y lo reconoció como «interlocutor válido», estableciendo en un comunicado que para entablar un diálogo con el nuevo gobierno se debían garantizar tres señales:[9]​ El 3 de diciembre de 2000 el CCRI-CG del EZLN anunció que se realizará una marcha que encabezarán los comandantes indígenas tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles, mame y mestizos designando a: El 1 de enero el Ejército Mexicano se retiró de la base de Jolnachoj y el gobierno liberó a 16 zapatistas presos.

[10]​ El evento fue retrasado en su inicio por una amenaza hecha con un telegrama sobre un supuesto atentado al Subcomandante Insurgente Marcos.

[18]​ Por la tarde, la caravana llegó a la capital del estado de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez.

[19]​ Ese día una carta pública, distintas personalidades de la academia y el arte respaldan las tres señales del EZLN, exigiendo al gobierno mexicano su cumplimiento, contando con las firmas de José Saramago, Noam Chomsky, Immanuel Wallerstein, Oliver Stone, Laura Bonaparte, Luis Villoro, Adolfo Sánchez Vázquez, Pablo González Casanova y Pablo Latapí Sarre, entre otros.

[18]​ En respuesta al concierto «Unidos por la paz» del 3 de marzo en el Estadio Azteca, simpatizantes del EZLN en la UNAM, la UAM y la Universidad Iberoamericana realizaron el siguiente día el concierto «Vibra Votán» en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, mismo en el que participaron Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Santa Sabina, Panteón Rococó, Tijuana No!, Salón Victoria, Los Estrambóticos, La Castañeda, Guillotina, Rastrillos, Resorte, Los de Abajo, La Barranca, Nana Pancha, La Tremenda Korte, Salario Mínimo y Ritmo Peligroso, entre otros.

[10]​ El PAN generó reacciones adversas en algunos sectores internos, criticando el cambio de discurso adoptado por Fox, político que abanderó su candidatura.

Onésimo Cepeda, entonces obisco de Ecatepec, calificó a los zapatistas como «pobres diablos».

Para ello realizan una campaña de firmas en espacios públicos como mercados y plazas.

Se anunció la presencia de Carlos Santana, mismo que declinó posteriormente la invitación.