Pintor y escultor por inspiración dicen sus cronistas, como Julián García Sánchez, mucho antes de que el Sr. Garriga se lo llevara a Madrid.
De origen humilde, no había visto nunca un pincel, ni herramienta alguna de escultura y desde niño moldeaba el barro y dibujaba sobre cualquier superficie que encontraba a mano.
Destacan aquí los críticos y a la vista de estos trabajos, que Marcial, era hasta hacia pocos años, un pastor lagarterano que no sabía leer ni escribir.
En 1951 viaja a Estados Unidos y se queda hasta su muerte, pero con retornos muy de cuando en cuando a Madrid y Lagartera tomados como vacaciones.
Marcial Moreno Pascual de Julián García Sánchez M-37.600-1995