En 123 a. C., el tribuno Cayo Graco estaba en Cartago, organizando una colonia, en aplicación de su ley agraria reformista.
Contra algunas de las leyes propuestas por Graco, Druso interpuso su veto sin declarar ninguna razón.
Además, Druso hábilmente aprovechó su ausencia para atacarlo y de esta forma Graco se vio desacreditado ante el pueblo.
Por lo tanto a veces es difícil determinar si los pasajes en los autores clásicos se refieren al padre o el hijo, y en algunos casos es probable que el padre y su hijo hayan sido confundidos en las fuentes antiguas.
Es probable que pasara por otras magistraturas del cursus honorum como edil y pretor.