Marcosianos

Estos gnósticos tenían muchos libros apócrifos y atestados para exponer sus doctrinas.

Sin embargo algunos la miraban como inútil y hacían consistir la redención en el conocimiento de su doctrina.

Por lo demás, no tenían ningún punto fijo de creencia: cada cual podía añadir o quitar lo que le parecía, y su secta no era más que una sociedad da liviandades.

Las mujeres ocupan un estatus especial en las comunidades marcosianas; eran considerados como profetisas y participaron en la administración de los ritos.

El historiador Mosheim, tan perseverante para justificar a todos los condenados como herejes, como para deprimir a los padres de la iglesia, conjetura que tal vez no había magia ni fraude en las operaciones de los marcosianos y que fueron calumniados o por algunas mujeres que querían abandonar la secta para reconciliarse con la iglesia o por algunos espectadores ignorantes de su liturgia, que tendrían por magia ciertas prácticas muy simples cuya razón no comprendían.