Ello puede ocasionar que se dilate hacia el centro de la galaxia o sufra alteraciones en su órbita.
Estos efectos visuales dificultan extremadamente la posibilidad de distinguir donde termina una galaxia y donde comienza la otra.
Las galaxias satélite también pueden ser sujetas a una desprendimiento que ocurre durante una colisión, en donde estrellas y gas son separados de las extremidades de una galaxia, para ser absorbidos —posiblemente— por su compañera.
La galaxia enana M32, una galaxia satélite de Andrómeda, pudo haber perdido sus brazos espirales debido a un desprendimiento causado por las mareas, mientras que el núcleo remanente pudo haberse formado como resultado de movimientos inducidos por la misma marea sobre las nubes moleculares El mecanismo de desprendimiento es el mismo entre dos galaxias más o menos similares aunque su campo de gravitación relativamente débil asegure que solo la galaxia satélite y no la anfitriona es afectada.
Si la galaxia satélite es mucho menor que la anfitriona la marea de residuos producidos es probable que sean simétricos y siguiendo una órbita semejante trazando el sendero de la galaxia satélite, pero si la galaxia satélite es razonablemente grande sobre una diezmilésima parte de la masa del anfitrión, entonces la gravedad propia afectara a la del anfitrión rompiendo la simetría y acelerando las colas en direcciones diferentes.
Una galaxia satélite enana puede eventualmente ser completamente disrupta para formar una marea masiva de estrellas y gas envolviéndose alrededor del cuerpo mayor.
El mecanismo se supondría sería el mismo que el existente entre la Tierra y la Luna.