Vivía holgadamente en la vereda de El Alto en su pueblo natal y, tanto en su casa como en la escuela donde trabajaba como profesora, cuidaba de los jardines con gran cariño y esmero.
Así recorría varias calles del centro de la ciudad y alentaba al general Uribe, por ese entonces el único senador liberal.
[2] En alguna oportunidad Margarita se coló entre la multitud y alcanzó al general, con quien cruzó unas palabras que la animaron aún más en sus inclinaciones políticas.
Esta mujer la cuidó durante sus últimos cuatro años de vida mientras Margarita estuvo enferma, principalmente cuando fue hospitalizada en 1941 se convirtió en noticia.
Igualmente la apoyó cuando no le permitían la entrada al Chivas por su aspecto sucio, feo y descuidado.
La Dirección Nacional Liberal, agradecidos por su incondicional apoyo, costearon sus gastos funerarios y su entierro, oficiado en el Cementerio Central de Bogotá en una tarde lluviosa.
Su director asegura que con historias como la de La Loca Margarita, el Negro Chivas, el Bobo del Tranvía, y Pomponio, se pretende llevar a las nuevas generaciones las historias del patrimonio oral bogotano, las cuales empiezan a perderse con la muerte de nuestros abuelos quienes se llevan a la tumba ese acervo de historias culturales vivas.
El músico tolimense Milciades Garavito Wheeler compuso una rumba criolla titulada La loca Margarita.
[4] En 2009 se estrenó la obra inspirada en su vida, escrita y protagonizada por Constanza Gutiérrez.