En 1846 pasó a ser cadete, y poco después ingresó al Colegio Militar.
Luego fue destinado al puerto de Arica, plaza que se hallaba bajo el mando del coronel Francisco Bolognesi.
Allí pereció heroicamente, junto con Bolognesi, Alfonso Ugarte, Ramón Zavala, José Joaquín Inclán, Armando Blondel, Juan Guillermo More Ruiz, entre otros, cumpliendo la promesa de pelear “hasta quemar el último cartucho”.
Sus restos reposan en la Cripta de los Héroes en el cementerio Presbítero Maestro en Lima.
Actualmente, un cuartel del Ejército, ubicado en el Distrito de Mariano Melgar, en Arequipa, lleva su nombre.