Quedó huérfana a los once años y se mudó con su hermana establecida en París.
Durante el día trabajó como vendedora,[1] por la noche tomó cursos donde aprendió taquigrafía, contabilidad, inglés, español, alemán y asistió a conferencias en la Universidad popular.
Se convirtió en secretaria contable y cajera en un restaurante a cambio de comidas gratis.
Allí descubrió los movimientos feministas y se unió a la Unión Francesa para el Sufragio Femenino (UFSF).
[1]Declaró: «Decidí de reunir todo lo relativo especialmente a la actividad feminista actualmente».
[2] En 1923, su biblioteca estaba constituida por 12 000 documentos, que ella abrió al público dos tardes a la semana.
[2] En 1942, André Mariani decide legar la colección en la Biblioteca Nacional de Francia que no pudo concretarse.