Marie Petiet

[1]​ Perteneciente a una familia de terratenientes y artistas, conoció la pintura desde muy joven.

Comenzó a pintar realizando copias de Diego Vélazquez, Pierre Paul Rubens y Frans Hals.

En 1867, con solo 13 años, creó todas las estaciones del Calvario para la iglesia de La Bezole, edificio en cuya restauración había participado su padre y su tío Auguste Petit.

Se formó con Louis Hector Leroux y después entró en el taller de Jean-Jacques Henner, que la orientó hacia el arte del retrato.

[2]​ Toda su obra está impregnada de realismo y frescura, retratando la vida provincial en Aude.