Durante una actuación en la ciudad de La Guaira, una lluvia arruinó el acordeón del músico lo que le hizo deprimirse y aunque los músicos le propusieron comprar otro instrumento, él no aceptó y regresó a Maracaibo, que era la ciudad donde vivía.
En 1961, el grupo se hizo acreedor del premio Mara de Oro.
Gracias al apoyo indirecto de Jean Pierre Fawan, Enrique Faillace y José Salazar Meneses, altos ejecutivos del Conahotu (Consejo Nacional de Hoteles y Turismo), Carniello fue apoyado para que se presentara en todos sus hoteles en Venezuela.
El tema ya citado se convirtió en una de las piezas bailables más escuchada en todo el país y gracias a los convenios que mantenía por entonces Palacio de la Música con empresas discográficas de Colombia, Panamá, Curazao, México, Perú y Chile, comienza a abrirse paso en estos países.
Sus restos se encuentran en el Palacio de los Músicos en dicha ciudad.