Participó con dicha graduación en la Primera Guerra Mundial, pero al terminar la contienda ya había sido ascendido primero a mayor y luego a teniente coronel, cargo con el cual en 1919 apoyó la repatriación de prisioneros de guerra.
En 1936 se hace cargo, como Comandante en Jefe y con el grado de general, de las tropas italianas desplazadas a España, el Corpo di Truppe Volontarie, en apoyo a los sublevados contra la Segunda República y, así, participa en la guerra civil española.
En 1942 se le destinó a Croacia, como Comandante del II Ejército, y más tarde se situó al mando de las tropas instaladas en Eslovenia y Dalmacia.
Roatta en paralelo promovió la colaboración italoalemana con los chetniks serbios, a quienes veía como aliados de circunstancias contra los partisanos comunistas, y con quienes ejecutó operaciones antipartisanas en 1942.
Capturado de nuevo, fue condenado a cadena perpetua, pero perdonado en 1948, estableciéndose en Roma, donde murió en 1968.