Esta tradición se ha mantenido de forma ininterrumpida desde 1755 hasta hoy, exceptuando 8 años entre 1977 y 1984.
Actualmente la tradición la continúa Angel Rufino (actual Mariquelo), que sube a la catedral la víspera de los santos en la cual una vez arriba se asoma al balcón para dar un mensaje a todos los charros.
En el año 2019, el mensaje fue en honor a las personas que padecen enfermedades raras.
En Salamanca, ciudad relativamente cercana a Lisboa, se dejaron sentir los efectos del terremoto, y la población asustada se refugió en la recién construida Catedral Nueva, finalizada en 1733.
Pero el daño más importante lo sufrió la torre, que quedó ligeramente inclinada.