Los críticos la elogiaron repetidamente por su uso hábil e inusual del color, sus combinaciones creativas de materiales y sus esfuerzos inspiradores para promover un enfoque moderno del bordado.
Aprendió a bordar de manera autodidacta, utilizando como tema a su familia, los animales y el mundo natural que rodea su estudio en Brewster, Nueva York.
Su origen extranjero y su nueva identidad estadounidense definieron sus diseños de moda femenina en la década de 1920, que combinaba elementos folclóricos húngaros con un estilo estadounidense moderno.
[4] En 1947, durante el auge del arte de estudio estadounidense y el expresionismo abstracto, Karasz comenzó a crear tapices bordados.
[2] También fue la autora del libro sobre costura creativa Adventures in Stitches en 1949 (reeditado en una versión ampliada en 1959) y ejerció como editora invitada de costura para House Beautiful de 1952 a 1953.