En 1822, siguiendo un decreto del año anterior que validaba los títulos de Castilla como nacionales, el gobierno independiente del Perú reconoció al marquesado como título peruano.
El 2 de septiembre de 1872 el rey Amadeo I rehabilitó el mismo título a Francisco José Álvarez-Calderón Kessel, primo lejano del último titular de la primera creación.
En 1963 un tribunal español determinó que la concesión de 1872 fue una rehabilitación.
En 1961, se presentó una demanda ante un juzgado de Madrid contra la entonces poseedora del título, María del Pilar Álvarez-Calderón y Swayne, sobre sus derechos genealógicos a él.
El juzgado desestimó la demanda, pero en 1963 se inició un proceso para determinar si el título había sido una rehabilitación o una segunda creación.